Quizás le sorprenda saber que muchos productos para el control de infecciones que se utilizan comúnmente en la atención médica son en realidad pesticidas.

Más concretamente, son pesticidas antimicrobianos. Los pesticidas antimicrobianos son herramientas esenciales de salud pública porque los utilizamos en hospitales, escuelas, baños y áreas de preparación de alimentos para prevenir la propagación de gérmenes que pueden causar enfermedades. Entonces, ¿qué constituye exactamente un pesticida? Un pesticida se define como cualquier sustancia o mezcla de sustancias destinadas a prevenir, destruir, repeler o mitigar cualquier plaga. Los microorganismos, bacterias y virus están incluidos en la definición de plagas. Los pesticidas ayudan a proteger nuestros alimentos, agua y salud. Sin embargo, siempre existen riesgos relacionados con su uso.

Dados los desafíos globales que plantea la pandemia de COVID-19, se está utilizando un número cada vez mayor de pesticidas antimicrobianos para ayudar a controlar la propagación del nuevo coronavirus, SARS-CoV-2, que causa el COVID-19. Desde la aparición de la COVID-19, la demanda de pesticidas antimicrobianos ha aumentado considerablemente. Un informe semanal reciente de morbilidad y mortalidad de los CDC encontró que los centros de toxicología de EE. UU. recibieron un aumento en las llamadas (45,550) relacionadas con la exposición a limpiadores (28,158) y desinfectantes (17,392) de enero a marzo de 2020, en comparación con enero-marzo de 2019 (37,822). y enero-marzo de 2018 (39.122). Aunque estos datos no proporcionan un vínculo definitivo entre las exposiciones y la actividad de limpieza relacionada con el COVID-19, se puede observar una asociación temporal clara (Chang, 2020).

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